Raffield Fisheries, Inc., un procesador, productor y mayorista global de pescado ubicado en la costa del golfo de México al noroeste de Florida, almacena sus productos sobre palés en el interior de una cámara frigorífica con capacidad para 10 millones de libras.

"Tenemos un edificio refrigerado y necesitamos que el equipo funcione las 24 horas del día, los 7 días de la semana", apunta Eugene Rafffield Jr., que dirige la empresa familiar establecida en 1889. "Contamos con personas que operan dicha instalación las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y es fundamental para nuestras operaciones. Poder refrigerar el producto, de forma que podamos venderlo durante tres meses y programarlo para satisfacer la demanda de nuestros clientes, nos proporciona mucha flexibilidad. De esta forma, no nos vemos obligados a venderlo inmediatamente".

Cuando el huracán Michael azotó la región costera que incluye Port St. Joe, Florida, en octubre, no solo cortó la electricidad, sino que los vientos sostenidos, que alcanzaron 155 mph, provocaron estragos en el grupo electrógeno de respaldo in situ de Raffield, esparciendo agua salada en los conductos de aire del equipo. Cuando Raffield intentó encenderlo, el grupo electrógeno hizo cortocircuito y quedó inutilizado.

Después de casi dos días sin electricidad y con el riesgo de perder US$4 millones en productos del mar congelados, Rafffield llamó a la división de alquiler de potencia de Thompson Tractor Co., Inc. en Mobile, Alabama.

En un plazo de 24 horas, Raffield recibió un grupo electrógeno móvil Cat®  de 1000 kW, justo el día de su cumpleaños.

"Le dije a mi esposa que era el mejor regalo de cumpleaños que hubiera recibido jamás", comenta Raffield. "Nos ayudó a ponernos de pie. Todo funcionó a la perfección. Llegó a tiempo y estaba listo para funcionar. Nos permitió trabajar de nuevo y conseguimos que nuestro congelador fabricara hielo".

El grupo electrógeno Cat instalado en un contenedor permitió que Raffield Fisheries produjera hielo en masa y lo pusiera a disposición de los residentes del condado de Bay, Florida, que aún no se habían recuperado de la devastadora tormenta.

"Caterpillar me ha ayudado enormemente", comenta Raffield. "Salvaron el producto almacenado en mi cámara frigorífica y permitieron que la familia Raffield aquí en Port St. Joe siguiera creciendo y contratando a personas. Sobrevivimos, incluso cuando el huracán destruyó muchos otros edificios a nuestro alrededor".

Raffield agradece la ayuda oportuna que recibió de su distribuidor Cat.

"Cuando ves que todas las luces se vuelven a encender y oyes los compresores en marcha, sabes que estás salvado", comentó. "Pero además, también sabes que se estás conectado con una gran familia, una familia que se preocupa".

A salvo

Justo al lado de Raffield, Wood's Fisheries Inc. se enfrentó al mismo problema después de la tormenta. Alrededor de 700.000 libras de camarones silvestres y de criadero corrían el riesgo de echarse a perder.

"Teníamos unas 48 horas para volver a conectar el suministro eléctrico y congelar nuestros productos o llevárnoslo de allí", señala Ed Wood, presidente de la empresa. "Pero sacarlos de allí suponía una pesadilla logística, ya que la mayoría de las carreteras estaban cerradas. Me di cuenta de que la única solución era obtener energía de potencia de los grupos electrógenos".  

Después de un día completo de llamadas telefónicas para adquirir un grupo electrógeno, Wood encontró su solución cuando se comunicó con la división de alquiler de potencia del distribuidor Cat Thompson Tractor.

En cinco minutos, se confirmó la entrega del grupo electrógeno.

"No solo obtuve un grupo electrógeno para mí, sino también para nuestro criadero de camarones, que tenía aproximadamente 150.000 libras de animales vivos en el agua, sin cobertura de seguro, por un valor de aproximadamente medio millón de dólares", comenta Wood.

Wood recibió el grupo electrógeno en un plazo de 24 horas y, posteriormente, funcionó sin ininterrupciones durante ocho días consecutivos.

"Trabajó a la perfección, no tuvimos ningún problema", comenta Wood. "Y nos ahorró unos US$5 millones en productos que se habrían estropeado. Pero lo más importante para nosotros fue que pudimos cumplir todas las entregas a nuestros clientes. Un incumplimiento podría haber resultado más costoso que el valor en dólares que había en nuestra cámara frigorífica, ya que podríamos haber perdido a algunos de nuestros clientes".

En el futuro, Wood desea tener la seguridad de contar con otro grupo electrógeno de alquiler disponible si se produce otra tormenta catastrófica.

"Puedes quedarte sin electricidad fácilmente por efecto de una tormenta", indica. "Deseo contar con un contrato que garantice que durante la temporada de huracanes tendremos una máquina de respaldo. Para mí, es una buena solución".